La Historia atrae a un nuevo público: La revolución de los museos inmersivos

En una era en la que los medios digitales dominan el entretenimiento y la educación, los museos están experimentando un nuevo auge, cautivando a nuevos públicos mediante la transformación de relatos históricos en experiencias dinámicas e inmersivas.

Tras una caída mundial en la asistencia a los museos debido a la pandemia, las estadísticas de Statistica destacan un repunte prometedor, con museos como el Louvre siendo testigos de un aumento significativo de visitantes. Londres, a menudo conocida como la capital europea de los museos, ha experimentado una tendencia similar, con instituciones como el Museo de Historia Natural convirtiéndose en una de las atracciones gratuitas más visitadas de la ciudad. Este fenómeno se atribuye en parte a los enfoques innovadores que están adoptando los museos para atraer a nuevas audiencias, incluidas las experiencias inmersivas.

A la vanguardia de esta revolución se encuentran instituciones como el Titanic Belfast, en Irlanda del Norte, y el D-Day Museum, en Francia, que, gracias a un uso innovador de la tecnología, están marcando una nueva pauta en la forma de presentar y vivir la historia.

En una época en la que se valora mucho la autenticidad, las experiencias inmersivas también ofrecen una sensación de autenticidad que las exposiciones tradicionales a menudo no pueden ofrecer. A pesar de utilizar tecnologías digitales, estas experiencias siguen basándose en la realidad física, lo que permite a los visitantes utilizar plenamente sus sentidos mientras la exploran. Las instalaciones inmersivas del Titanic Belfast y el D-Day Museum permiten a los visitantes interactuar con la historia de forma tangible, cambiando su relación con el espacio y las historias que alberga.

El D-Day Museum, por ejemplo, representa la invasión y posterior construcción de uno de los dos puertos artificiales, denominados Mulberry Harbours. El 'Mulberry B' fue construido en Arromanches para transportar hombres, equipos y suministros tierra adentro durante el verano de 1944, sorteando la necesidad de capturar inmediatamente los puertos de aguas profundas fuertemente fortificados de Cherburgo y Le Havre. La logística fue clave en la liberación de Europa y, en su momento álgido, un camión cargado de suministros salía del puerto artificial cada 80 segundos de media.

En una zona, los proyectores de Panasonic proyectan imágenes de edificios del puerto de Mulberry B sobre pantalla holográfica transparente, situado frente a ventanas con vistas al Canal de la Mancha. Esto permite a los visitantes presenciar cómo se construye de nuevo el puerto artificial en la playa, tal y como se hizo en menos de 10 días, en 1944.

Sin embargo, una vez elegida la instalación adecuada, la integración con éxito de experiencias inmersivas en los museos representa un cambio fundamental en la forma de comunicar la historia al público. Al hacer que los acontecimientos y relatos históricos sean más accesibles, atractivos y emocionalmente impactantes, museos como el Titanic Belfast y el D-Day Museum no sólo atraen a un nuevo público, sino que establecen un nuevo punto de referencia para las instituciones educativas y culturales de todo el mundo.

Si esta tendencia se mantiene, podemos anticipar un futuro en el que las visitas a los museos sean universalmente reconocidas no sólo como paseos educativos, sino como atractivos viajes a través del tiempo.

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